¿Cuál ha sido la última campaña que has enviado a tus suscriptores? ¿Ya sabes cómo será la siguiente? Si has contestado rápidamente, seguramente tienes algún tipo de documento que te marca la estrategia y planificación a seguir. ¡Enhorabuena! Si no, te conviene seguir leyendo porque tener claro qué vamos a enviar es solo posible si sabemos por qué y para quién son los emailings que hacemos.
Una estrategia de email marketing se debe hacer antes siquiera de abrir el gestor de campañas de emailing. No siempre se hace así pero improvisar sobre la marcha es una opción poco recomendable cuando nos va el negocio en ello. Para que las campañas consigan los resultados esperados, hay que planificar y crear una estrategia acorde a nuestros objetivos de marketing.
Utilizaremos como ejemplo uno de los más habituales: conseguir ventas de un producto de nuestro catálogo. Obviamente, podemos substituirlo por cualquier otro como lograr asistentes al evento de un colegio o llevar a los suscriptores a una exposición de un centro de arte. Pero con un ecommerce podremos ver más opciones y es fácil de llevar después a cualquier otro negocio.
Entonces, ¿para quién es el producto que queremos vender? ¿Quién mostró interés por él anteriormente? ¿Quién ya compró algo parecido? Una buena estrategia siempre incluye a quién enviaremos nuestras campañas. No han de ser siempre los mismos: una cosa es enviarlo a toda la lista cuando hacemos el lanzamiento oficial y otro promover la compra entre un público mucho más específico. La segunda opción nos permitirá elegir mejor las personas potencialmente interesadas en el producto y, por tanto, quienes podrán abrir y clickar con mayor probabilidad.
Cuantas más segmentaciones hagamos, mejores resultados conseguiremos porque es más sencillo vender a quien sabemos que quiere comprar que lanzar mensajes comerciales a quien no quiere escuchar. Pero esto hace que se nos complique la gestión de los envíos y por eso necesitaremos una buena planificación, para saber qué mensajes enviamos a cada usuario.
Así, a la hora de planificar tan importante es a quién enviamos nuestros correos como cuándo lo hacemos. Ponte en la situación de tus suscriptores: ¿querrías recibir a diario un aviso recordándote lo mismo que el día anterior cuando no te interesó la primera vez? Seguramente no. En una buena planificación de email marketing intentaremos evitar bombardear a los mismos usuarios constantemente porque si no sumaremos bajas en lugar de ventas.
Segmentar pensando en el objetivo final también tiene que ver, por ejemplo, con preocuparnos por aquellos que abrieron el mensaje pero no llegaron a comprar o en los que no tienen un perfil completo en nuestra base de datos. Añadir a nuestra planificación campañas puntuales para reactivar la compra o actualizar datos también nos ayudará a mejorar nuestra estrategia de email marketing y no solo enviar una newsletter cada cierto tiempo.