Sin lugar a dudas, la intervención quirúrgica de índole estético más popular es la rinoplastia. Por necesidad o por no estar a gusto con su nariz, muchas personas se plantean la posibilidad de someterse a esta operación, sin embargo, luego muchos desisten por los riesgos que naturalmente están relacionados con ella.
Tamaño, forma y funcionalidad, esas son las tres razones por las que una persona se somete a una rinoplastia, bien por no estar conforme con alguno o varios de esos aspectos en relación con su nariz, o bien por una necesidad específica que le impida tener la calidad de vida que pretende en ese aspecto en particular.
La rinoplastia no está exenta de riesgos y de malestares, muchos de ellos inevitables y que representan un punto en contra para los interesados. Es ahí donde la rinoplastia ultrasonica se plantea como la opción ideal, más adecuada y segura para el público en general.
¿En qué consiste?
La tecnología de ultrasonidos es uno de los avances médicos más aclamados de los últimos tiempos, en teoría porque permite mayor precisión para los profesionales de la salud y, a su vez, porque permite ahorrar mucho tiempo y muchos malestares a los pacientes.
En el caso puntual de la rinoplastia, la técnica de rinoplastia ultrasónica utiliza la tecnología de ultrasonidos para realizar los cortes -microfracturas mediante osteotomías nasales-, logrando una mayor precisión, y eliminando la mayoría de las incomodidades y riesgos asociados con la operación estética y funcional de la nariz.
Principales ventajas
Lo que se ve es lo que se obtiene: la tecnología ha permitido que la rinoplastia sea una de las operaciones estéticas que mejor se pueden planificar previamente. Así, en una clínica moderna y de excelencia, un paciente puede conocer cómo quedará su nariz, qué se va a hacer y las ventajas de ello. Pero con la rinoplastia ultrasónica tendrá la certeza y la precisión de que será exactamente como lo ha planificado, porque la tecnología de ultrasonidos permite dar pasos más pequeños y precisos, con lo que las posibilidades de cometer errores se reducen a cero.
Adiós a las incomodidades: una de las razones por la que las personas desisten de una rinoplastia es la larga recuperación que requiere. Los cuidados postoperatorios y, además, el tiempo prolongado de los mismos no son un problema cuando se utiliza la rinoplastia con ultrasonidos, ya que el corte ultrasónico es muy preciso y no genera molestias -a su vez, prácticamente no genera sangrados ni hinchazón-, de modo que los cuidados son muy cortos y el tiempo de recuperación también. Y los resultados serán definitivos y se verán en muy poco tiempo, cosa que no ocurre con una operación de nariz convencional.
Resultados naturales: la incisión que se realiza mediante un equipo de rinoplastia ultrasónica, es prácticamente imperceptible para el ojo humano. Por eso, los resultados son naturales y estéticamente impecables, no generando marcas de ningún tipo ni evidencia -más allá del positivo cambio físico- de que se utilizó una operación para mejorar la forma, el tamaño o la funcionalidad de la nariz.
Molestias e hinchazón: de promedio, se reducen en un 80% las hinchazones posteriores y las molestias en la base de la nariz. Por eso, una persona podrá seguir con su vida normal tras la operación y, con ello, será más fácil afrontar el porvenir, cosa que se dificulta cuando se apuesta por una rinoplastia tradicional.
Se pueden conseguir resultados más naturales, menos dolorosos y molestos y, sobre todo, más precisos de acuerdo a la idea que se pueda tener en mente y a la planificación realizada por el especialista. La rinoplastia con ultrasonidos es la evolución necesaria de una de las intervenciones quirúrgicas estéticas más populares que existen. La rapidez y la seguridad están entre sus puntos más destacados, aunque siempre dependerá de lo bien que se escoja al profesional que deba realizar la intervención y, también, a lo bien que se planifique la operación en sí misma.