Algunos se preguntarán, ¿adelgazar sin ponerte a dieta? Imposible. Pero nada es imposible, y es que hay veces que es innecesario convertirse en un repulsivo vegano, o acostarse por las noches escuchando el rugido de tus tripas para conseguir perder algún kilo.
Y es que la base de una dieta rica y saludable es saber combinar los alimentos, saber qué debes comer y en qué medida, de forma que no te engorden tanto como esperas. Para ello te proponemos algunos pequeños trucos para que adelgaces sin necesidad de ponerte a dieta, sin apenas darte cuenta de que estas bajando de peso:
- Utiliza teléfonos inalámbricos en lugar de los fijosParece una tontería pero con el empleo de teléfonos inalámbricos podrás caminar o incluso hacer otras tareas mientras mantienes una charla. Puedes llegar a quemar hasta 85 calorías.
- Masticar chicle es la clave. Masticar chicle sin azúcar puede activar tu metabolismo por encima de lo normal, lo que te facilitará a la hora de perder peso.
- Cuidado con las etiquetas y envoltorios. Ten cuidado a la hora de mirar los envoltorios de los alimentos, pues muchos de ellos es marketing engañoso, y estarás ingiriendo 400 calorías, en lugar de las 200 que indica.
- Emplea picante sazonador para tus comidas. Si la comida que has preparado lleva mucho picante te llevará a beber una mayor cantidad de agua, y por lo tanto te llenarás antes. Además si el plato está demasiado picante terminarás por abandonarlo.
- Antes de la comida, llena tu estómago. Si 20 minutos antes de la comida engañas a tu estómago tomando un vaso de leche o una pieza de fruta, tu apetito disminuirá a la hora de ingerir la comida principal.
- Si comes ensalada, los trozos grandes por favor. Cuanto más grandes sean los trozos en los que cortes la lechuga o el tomate, más trabajo te costará masticarlos y por lo tanto tardarás más en terminar la ensalada lo que te llevará a comer menos.
- Diluye los zumos. Aunque optes por prepararte un zumo de frutas naturales, estas también contienen azúcares y por lo tanto algunas calorías de más. Un truco es echarte en un vaso sólo la mitad del zumo y diluirlo con agua, te podrás ahorrar hasta 85 calorías por vaso.
- Evita la lactosa. Conocida como el azúcar de la leche, es evidente que los productos con lactosa engordan, así que opta por aquellos que prescinden de ella, pero sin olvidarte de seguir tomando los nutrientes que contienen los lácteos. En http://desdelacocina.es/mitos-y-verdades-sobre-la-lactosa/ podrás asesorarte más sobre los pro y contras de la lactosa.
- La menta puede confundir a tus papilas gustativas. Chupar pastillas fuertes de menta o eucalipto puede calmarte el hambre entre horas.
- Bebe mucha agua durante el día. Recomendable mínimo 2 litros diarios de agua. El agua quita el hambre y hace que tu cuerpo queme energías mientras hace la digestión.
- Masticar mucho cada bocado. Las madres dirían algo así como: ¡No le des más vueltas, y trágatelo ya! Pero cuanto más mastiquemos cada bocado, mejor será la digestión de los nutrientes, tardaremos más y nos llenaremos antes.
- Pásate a la linaza en polvo. La linaza en polvo es saciante y alta en contenidos de fibra, además de aportar nutrientes y eliminar calorías.
- La mantequilla y la margarina ni probarlas. Como sustituto emplea el aceite de oliva, que es mucho más saludable, te aportará más nutrientes y te quitará el hambre por igual.
- Da dinero por los dulces que te regalen. Cómprate una hucha y ve metiendo 30 céntimos por cada dulce alto en grasas que te regalen. De esta forma ahorrarás dinero y te sentirás bien contigo mismo por no haber ingerido calorías innecesarias.
- Toma una taza de té antes de hacer ejercicio. Sobre todo el té verde que contiene antioxidantes te ayudarán a liberar ácidos grasos y quemar grasa con mayor facilidad a la hora de hacer ejercicio.
- Evita en la medida de lo posible comer en bares o restaurantes. Por mucho que pidamos una ensalada o unas verduras asadas, si las ingerimos en un restaurante no sabemos con total seguridad los productos y aliños que han utilizado para cocinarlo. Sin contar con los refrescos con gas o cerveza, café y postré que ello supone como calorías adicionales. Intenta comer en casa y así ser consciente de las calorías que llegan a tu cuerpo.
- Las tareas domésticas también son un quema-grasa. No te apalanques en el sofá al llegar a casa, e intenta hacer todas las tareas domésticas con las cuales inconscientemente perderás calorías mientras lavas la ropa, cocinas, friegas, etc.
- No a los productos de farmacia dietéticos. Por mucho que te digan que son un eficaz quema-grasa sólo te ahorrarán calorías momentáneas y a la larga te darán más hambre, haciendo que finalmente comas más.
- Pide una analítica de sangre. Un gran número de personas tienen problemas de metabolismo, generalmente porque su tiroides no funcionan con normalidad. Esto puede ser algo frustrante para aquellos que pierden peso lentamente o incluso les es imposible conseguirlo. Visita al médico y este te ayudará.
- Los aliños que sean bajos en calorías. Y por último utiliza para tus ensaladas aliños bajos en calorías, te recomendamos el compuesto por una cucharada sopera de vinagre balsámico, una cucharadita de aceite de oliva, junto a una punta de cucharita de mostaza. ¡Rico y saludable!
Porque nadie dijo que perder peso fuera el mayor sacrificio de tu vida, o incluso el peor de los castigos. Por ello disfruta de la comida siguiendo algunos de estos consejos y estarás perfecta para recibir al verano. ¡Bon appetit!