A día de hoy parece evidente la cada vez mayor influencia de las nuevas tecnologías en nuestra rutina. Se presentan como herramienta indispensable para el correcto funcionamiento de muchas de nuestras actividades diarias. Nos facilitan infinidad de tareas, nos permiten mantener contacto a distancia, aceleran procesos de trabajo que en otras circunstancias nos llevarían mucho más tiempo y esfuerzo y, de la misma manera, nos ofrecen la posibilidad de realizar operaciones de compra y venta de productos.
El comercio electrónico, también conocido como e-commerce, consiste en la compra y venta de productos o servicios a través de medios electrónicos, tales como Internet y otras redes informáticas. Una gran cantidad del comercio electrónico consiste en la compra y venta entre personas y empresas, sin embargo, un porcentaje considerable está relacionado con la adquisición de artículos virtuales (software y derivados en su mayoría), tales como el acceso a contenido «premium» de un sitio web. El e-commerce realizado entre empresas es llamado en inglés business-to-business o B2B. El B2B puede estar abierto a cualquiera que esté interesado o estar limitado a participantes específicos pre-calificados (mercado electrónico privado).
En sus inicios el término se aplicaba a la realización de transacciones mediante medios electrónicos tales como el Intercambio electrónico de datos. El advenimiento de Internet y la World Wide Web a mediados de los años 90 proyectó un nuevo paradigma y el término comenzó a utilizarse principalmente para la venta de bienes y servicios a través de Internet, usando como forma de pago medios electrónicos, tales como las tarjetas de crédito.
A continuación vamos a presentar una serie de ventajas del e-commerce:
- Beneficios operacionales: Reduce errores, tiempo y costes en el tratamiento de la información. De igual manera, se facilita la creación de mercados y segmentos nuevos, generando así una mayor bolsa de dinero.
- Mejoras en la distribución: La posibilidad de encontrar, seleccionar y adquirir productos, sobre todo aquellos relacionados con la información y los productos digitales, reduciendo de una manera significativa la necesidad de intermediarios y, consecuentemente, el coste del producto.
- Comunicaciones comerciales por vía electrónica: La facilidad que ofrece la comunicación electrónica asegura una mejor calidad en el contacto empresa-cliente, posibilitando, si es necesaria, una disponibilidad total de 24 horas.
- Facilidad para fidelizar clientes: El usuario tiene la posibilidad de interactuar con la empresa y plantear inquietudes, levantar requerimientos o simplemente hacer comentarios con relación a los productos o servicios de la misma. Estas opciones aumentan la re-compra de productos y servicios, así como amplía el rango de cobertura en el mercado.
La lista de virtudes es aún mayor, pero ya estos cuatro puntos hablan por sí solos. El e-commerce es el presente y futuro del comercio, apostemos por su práctica y desarrollo, ya que únicamente participando del cambio seremos capaces de competir en un mercado cada vez más preparado.