Hoy en día es raro alguien que no tenga una amiga, familiar o conocida que sea bloggera de moda. Muchas por afición, otras logran ganarse la vida con esto. El patrón, no obstante, es el mismo: charlar de moda en la red y subir fotografías de su fondo de guardarropa a Instagram, facebook y demás redes sociales. Podría parecer simple, mas ser blogger de moda no es tan simple.
Las llamadas influencers han pasado a ser parte de una industria en sus inicios a la que no todas se habitúan. Hace cierto tiempo que su filosofía dejó de ser la moda por la moda y las más populares cobran por cada cosa que se ponen o bien están atadas a contratos con marcas. Muchas de ellas tienen representantes y lo que hace unos años comenzó siendo un juego de chicas, se ha transformado el día de hoy en un negocio complejo y agobiante en el que no es fácil subsistir.
Industria de marketing y moda
Como cualquier nueva actividad que empieza a convertirse en un negocio lucrativo, no dejan de surgir figuras que participan en el reparto del pastel. Hoy en día también hay empresas especializadas en intermediar entre las marcas y los blogs de moda. Existían agencias de representación, mas no intermediarios de este estilo, explica Mostaza.Cristina ejercita de única interlocutora entre las bloggers y las marcas para ganar en eficacia y negocia con las dos partes en volumen. Si una influencer cobra mil quinientos euros por artículo y le garantizamos diez pactos por mes, el costo del artículo bajará substancialmente. Así, las marcas, con exactamente el mismo presupuesto, lograrán más impactos.
Y es que el planeta blogger ha alterado sensiblemente en los últimos tiempos. Este fenómeno que al comienzo estaba ligado a celebrities, actrices o bien modelos, se abrió hace cerca de una década a chicas anónimas que, sin tener apenas contacto con la industria de la moda, comenzaron a marcar tendencia compartiendo sus gustos y sus estilismos, primero por medio de sus weblogs y después en redes sociales. En ese instante no eran más que completas desconocidas y las marcas no podían imaginarse lo que iba a acontecer. La monitorización de sus fotografías y posts no fue sino más bien una consecuencia lógica. Las firmas comenzaron a trabajar con ellas prácticamente por casualidad y ahora son una pieza clave en la estrategia de marketing de las primordiales casas de moda y belleza.
Seamos realistas, hay colaboraciones con las que se logra agotar el producto promocionado y otras en las que ni tan siquiera se logra un nuevo seguidor. A las marcas les resulta muy rentable si saben qué influencers de moda marchan mejor con tu objetivo. Asimismo la selección de la prenda y la fotografía son factores clave a fin de que una cooperación cumpla con las esperanzas de la firma. En este sentido ciertas bloggers son una herramienta clave que, bien usada, no solo les aportará un enorme volumen de ventas todos y cada uno de los meses, sino asimismo fortalecerá su influencia en línea, va a mejorar su imagen de marca y van a llegar a públicos a los que no tenían acceso.
Cuánto se paga
Entonces, ¿cuánto abonar por un blog post o bien una fotografía en Instagram? Todo es muy relativo: hay chicas con cien mil seguidores que solo solicitan el producto como remuneración y otras de treinta mil que tienen un caché bastante alto. Las hay que te solicitan la prenda y mil euros por una fotografía, veteranas que pueden solicitar de manera perfecta 2 mil euros por un blog post, y hasta grandes marcas que hacen colaboraciones en un largo plazo por las que pueden abonar hasta setenta y cinco mil euros. La fijación de los costos por publicación debería ir en función de su capacidad para producir ventas, puesto que ese es el primer objetivo de las marcas. El inconveniente es que en general las influencers no tienen acceso a esa información y no saben qué beneficios han generado, con lo que acostumbran a marcar las tarifas conforme su estruendos en la Red, el número de seguidores en redes sociales o bien de visitas al weblog. Sin embargo, a fin de que una blogger sea interesante para las marcas debe superar los cinco mil seguidores.
Con estos honorarios cualquiera creería que se puede vivir de un weblog, pero no es tan fácil. Algunas sí viven de esto, y no solo ellas, asimismo sus equipos de trabajo. Un weblog profesional está formado por un mínimo de 2 personas y existe algún caso en España con equipos de hasta 5. Ciertas reconocen que han llegado a abominar hacerse fotografías y meditar looks diariamente, mas este ya se ha transformado en su trabajo y prosiguen adelante. La repercusión es un esmero del cada día que demanda trabajar si bien estés enferma o de vacaciones. Es la crueldad del autónomo, que impide saber cuáles van a ser tus ingresos el mes próximo.